Mariachis, alebrijes, xoloitzcuintle, comida, flores, música, tradiciones, Frida Kahlo, la película es una obra de arte en donde no se cansa de hacer referencias al país. Pero Coco no es solo eso, también es un abrazo a la familia y al recuerdo.
Todos tenemos que lidiar con la muerte porque es parte de nuestras vidas. Todos tenemos a alguien que ya no está más físicamente con nosotros por alguna razón. Todos lloramos y extrañamos a nuestros muertos. Pero la película te presenta una muerte mucho más allá de la que sucede cuando nuestro corazón se detiene: el olvido. Hay un simbolismo importante (y obvio) en Coco: Nuestros seres queridos van a seguir vivos siempre y cuando los sigamos recordando.
La película trata sobre Miguel, un niño cuyo sueño es parecerse a su ídolo musical, Ernesto de la Cruz, un cantautor que toca la guitarra y que es el símbolo del pueblo en el que vive. El problema surge porque su familia odia la música gracias al tatarabuelo de Miguel que les abandona para ser músico. Logrando así que la tatarabuela empiece a ser cabeza de familia e inicie un negocio fabricando zapatos, haciendo de esto y del odio a la música una tradición familiar. Muchas generaciones después en el Día de Muertos por diversas situaciones Miguel termina robando la guitarra de Ernesto profanando su mausoleo, lo que mágicamente termina mandándolo al mundo de los muertos sin estarlo.
Este mundo rige bajo sus propias reglas. Se divide en clases sociales a partir de cuanta gente te recuerda por tus acciones en vida (los más recordados viven en mansiones y a los que menos recuerdan en villas), si nadie pone tu foto en un altar tu ¿alma? no puede visitar el mundo de los vivos y cuando ya nadie te recuerda desapareces de este lugar resultando en una aparente muerte final.
A pesar de su hermosura la historia de la película tiene algunos problemas, posee giros telenovelescos y hay cosas que no quedan muy claras y se resuelven por factores externos. Pero es tanta la magia de Coco que te hace olvidar de estas situaciones rápidamente. Toda la pelicula expresa amor. Amor a la familia, a la música y a Mexico y es que para hacerla hubo una investigación de campo que les llevo 3 años a los productores. Todo esto cobra sentido cuando la comenzamos a ver y nos sumerjimos en este mundo no tan fantástico. Y es que al final tiene dos escenas muy emotivas, que resumen todo el filme y dejan los mensajes de la película fuertes y claros, escritos con tinta de alebrije y cuerdas de guitarra.
Mi puntaje: 9/10 Simones
Test de Bechdel: 3 de 3
Recomendación: Verla en español latino.
Dato curioso: La primera vez que la fui a verla llegamos con mis amigas tarde y nos perdimos la explicación del por que el odio de la familia hacia la música y sinceramente perderme esa escena hizo que la película me gustara mucho más.

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