De chico nunca me gustaron las pinturas, no era algo que entendía. Para un niño que miraba mucha televisión o jugaba al pokémon en su emulador de gameboy, una imagen estática no me trasmitía mucho, aburría. Fue de más grande, en mi adolescencia, cuando pude entender que esas pinturas no eran estáticas, representaban una situación, un sentimiento, tenían movimiento, vivían más allá de su pintor, eran una extensión de la persona.
De eso se trata Loving Vincent, de darle vida a la obra del reconocido pintor, padre del arte moderno, irónicamente relatándote su muerte. Cada imagen que te presenta la película es una obra de arte puesta en movimiento, a veces muy calmo como el pasto moverse por la brisa o el del agua del río, dejándote apreciar unos segundos de esa obra de arte. Otras veces es más marcado y los animadores juegan con el 3D de los actores y el 2D de los objetos estáticos como un edificio, o el paisaje del fondo.
Más de 100 pintores de oleo puro estuvieron encargados de animar el filme cuadro por cuadro, dando como resultado la primer película animada completamente pintada. un trabajo arduo que les tomó 2 años.
Sin embargo la película no se destaca más allá del arte, al ser una biografía fílmica uno sabe como transcurren los hechos, no tiene nada nuevo que contar argumentativamente, su historia es un simple hilo conductor que te lleva de cuadro en cuadro para tomarte el tiempo de apreciar y cautivarte con cada pequeño detalle del plano general resultando en una gran obra maestra que un contemporáneo van Gogh seguro hubiese realizado.
Mi puntaje: 8/10 Simones
Test de Bechdel: 1 de 3
Recomendación: Si no conocen mucho de Van Gogh investiguen un poco antes de verla.
Si te interesa saber como se hizo la película haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario